“El periodismo independiente es perseguido en Nicaragua”

Autor: Gabriela Selser | Publicación Original: DW

La noche del 21 de diciembre de 2018, cuando agentes de la Policía y paramilitares encapuchados allanaron la sede del canal 100% Noticias, Lucía Pineda Ubau transmitió en vivo el momento del asalto, escondida detrás de una escalera. “Por favor, ayúdennos a difundir esta noticia, vienen a llevarse preso a nuestro director Miguel Mora”, clamaba la reportera en un hilo de voz.

La noticia se hizo viral en las redes, pero no evitó que ambos fueran detenidos tan solo minutos después y enviados a prisión, donde permanecerían por casi medio año en celdas de aislamiento y con visitas familiares limitadas. No tenían derecho a la luz eléctrica y a ella le quitaron sus gafas. Salieron de la cárcel el pasado 11 de junio, junto a medio centenar de líderes estudiantiles y campesinos detenidos por participar en las protestas sociales que convulsionaron el país en 2018.

El gobierno asegura que 100% Noticias y otros medios independientes fueron parte de un “fallido golpe de Estado” para derrocar al presidente Daniel Ortega. Bajo ese argumento mantiene ocupada también la redacción de tres medios de comunicación propiedad del periodista Carlos Fernando Chamorro, exiliado desde inicios de este año junto a casi un centenar de comunicadores nicaragüenses.

Tras su excarcelación, Lucía Pineda, que también tiene nacionalidad costarricense, viajó a ese país donde reside toda su familia y se dedicó a tiempo completo a reactivar la plataforma digital del canal, que desde agosto pasado está nuevamente al aire en las redes sociales. Junto a Miguel Mora y otros cuatro colegas trabaja sin descanso para mantener viva a la televisora.

“100% Noticias fue confiscado de facto por Daniel Ortega. Nos robaron el canal y la Policía se mantiene en el edificio. Es un acto ilegal e inconstitucional que viola la libertad de expresión e información. Nosotros no fuimos condenados por ningún delito y el gobierno debe devolvernos todo lo que ocuparon de forma ilegal”, dice la reportera en diálogo con DW.

Desde que Ortega volvió al poder hace 12 años, comenzó a adquirir canales de televisión y radioemisoras, varios de los cuales fueron inscritos a nombre de testaferros o socios y son manejados por sus hijos. Con esto el gobierno controla un 90% de los canales de TV y un 80% de las radios. Solo dos canales de televisión son independientes y unas pocas radios, una en la capital y el resto en el interior.

En un informe enviado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el gobierno justificó la ocupación y virtual confiscación de 100% Noticias: “Para el Estado de Nicaragua la libertad de expresión es un bien de la sociedad y de la Humanidad, (pero) nadie es libre para instigar al asesinato, la calumnia y la mentira”, señaló la comunicación oficial.

La CIDH, que ha reclamado a Ortega la devolución de los medios ocupados, aseguró en su más reciente informe que la crisis en Nicaragua dejó 328 muertos, más de 2.000 heridos y centenares de detenidos, de los cuales 130 continúan en prisión, así como unos 88.000 emigrados y desplazados.

Coraje en Periodismo

Con una trayectoria de 25 años en el oficio, Pineda Ubau recibió el premio “Coraje en Periodismo” que la Fundación Internacional de Mujeres en los Medios (IWMF, por sus siglas en inglés) otorga a comunicadoras y reporteras que trabajan en condiciones de riesgo extremo.

“Este premio es un respaldo al periodismo independiente que es perseguido y reprimido por la dictadura de Daniel Ortega. Es un apoyo a nuestra labor y nos confirma que estamos del lado correcto de la historia”, dice al referirse al  galardón que recibió el pasado 22 de octubre en Washington.

“También es un reconocimiento a la valentía, la dignidad y la firmeza del periodismo que resiste y ha decidido decir ‘no’ a la censura en Nicaragua”, agrega.

Considera que la prensa independiente vive un momento muy difícil. “El gobierno ha dejado claro que nos puede matar, encarcelar y robar nuestras pertenencias para silenciarnos. Sin embargo, pese a este panorama, seguimos resistiendo e informando sobre las violaciones a los derechos humanos en Nicaragua”.

Lucía Pineda, quien entrevistó a Daniel Ortega muchas veces en las últimas tres décadas, piensa que si hoy lo tuviera enfrente le diría: “Que Dios le pague conforme a sus hechos”.

A su juicio, la grave crisis política y social que persiste en Nicaragua desde hace 18 meses solo podrá resolverse mediante “un diálogo o negociación, que garantice la realización de elecciones transparentes, observadas y con árbitros confiables”, para dar credibilidad a los resultados.

Los temores de un fraude electoral han vuelto a surgir en el país y muchos creen que Ortega volvería a postularse, a sus casi 74 años, como candidato del Frente Sandinista a una tercera reelección para un quinto período de gobierno, el cuarto de forma consecutiva desde que volvió al poder en 2007.