Por Melina Barbosa / David Adrián García de AltaVoz LGBT+
El candidato a la presidencia municipal de Chihuahua por el partido Movimiento Ciudadano (MC), Enrique “Kike” Valles, expresó comentarios homofóbicos y transfóbicos en un foro con el alumnado del Tecnológico de Monterrey campus Chihuahua, el pasado viernes 8 de mayo.
Durante su participación, Valles mostró gestos de desagrado al abordar temas como los derechos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y ante un cuestionamiento sobre su postura del matrimonio igualitario, el candidato respondió que lo considera una “posibilidad» ya que aseguró el «matrimonio es un hombre y una mujer, lo demás debemos encontrar la forma jurídica de que se llame, pero no rompamos la historia de lo que es”.
Pero aunque el posicionamiento del candidato de MC haya puesto a debate la unión entre personas de la diversidad sexogenérica, la realidad es que el matrimonio igualitario es legal en todo México, pues durante la última década, el acceso a este derecho ha sido una de las luchas más constantes y con mayores avances en reconocimiento.
El 4 de marzo de 2010, la Ciudad de México se convirtió en la primera entidad
en reconocer este derecho y 12 años despúes, el 26 de octubre de 2022, Tamaulipas se convirtió en la última entidad en aprobar reformas para legalizarlo.
Además, Valles expresó transfobia al malgenerizar a su compañera de partido y candidata a diputada local por el Distrito 16, Mayte Regina Gardea, al referirse a ella en masculino.
La candidata que es una de las activistas por los derechos de la comunidad trans más reconocidas en Chihuahua, publicó un posicionamiento al día siguiente donde anunció que tomó la decisión de separar su campaña de la de Kike Valles, aunque seguirá representando al partido Movimiento Ciudadano:
“Mi decisión de continuar mi campaña de manera independiente no implica que renuncie a mi derecho legítimo de representar a la ciudadanía, al contrario, considero que es crucial mantenerme firme en mis principios de activismo y en mi compromiso con la defensa de los derechos humanos. Exijo una disculpa pública por parte del candidato Kike Valles, así como la implementación de un curso obligatorio sobre derechos humanos, no sólo para él, sino también para aquellos que ocupen cargos públicos en el gobierno” señaló.
Esta situación también indignó a activistas LGBT+ locales, quienes comenzaron a circular el video con las declaraciones homofóbicas, en redes sociales y en servicios de mensajería.
Karla Arvizo, presidenta del Comité de la Diversidad Sexual de Chihuahua expresó: “Es indignante que en un estado donde durante años hemos estado en los primeros lugares de crímenes de odio contra nuestra población LGBT+ a nivel nacional y un índice de violencia tan alto tengamos candidatos misóginos, homofóbicos y transfóbicos que pretendan representarnos”.
Chihuahua, segundo estado con más crímenes de odio
El LGBT+odio, mayormente conocido como LGBT+fobia es un tipo de violencia que opera como una amenaza constante en la vida cotidiana de las personas con identidad de género u orientación sexual que no corresponden con el orden binario y heterocentrista (hombre-mujer/heterosexual).
En los últimos años, si bien es cierto que aumentaron los espacios de sociabilidad y visibilidad de la diversidad sexo-genérica, al mismo tiempo incrementaron los ataques simbólicos y físicos que van desde los discursos antiderechos (como lo dicho por Enrique Valles) hasta los asesinatos de personas LGBT+.
Además de que el candidato de Movimiento Ciudadano contradice la «nueva politica» del partido, cuyos estatutos destacan el «principio de igualdad sustantiva» y el compromiso con los derechos humanos y la participación ciudadana de mujeres y la población LGBTI+, sus declaraciones configuran una narrativa discriminatoria que trasciende en una entidad donde los crímenes de odio son muy frecuentes.
Datos del Observatorio de Crímenes de Odio de la organización de la sociedad civil Letra S dan cuenta que del 2015 al 2022, Veracruz acumula al menos 99 asesinatos de personas LGBTIQ+, le sigue Chihuahua con 64, Guerrero con 52 y Estado de México con 40.
Estas cifras nos recuerdan que a pesar de las diferentes circunstancias de modo, tiempo y lugar en las que se cometieron los homicidios de personas LGBT+, existe un componente de prejuicio común en muchos de los casos.
De tal manera, la violencia homicida motivada por el prejuicio contra las orientaciones sexuales e identidades de género no normativas debe entenderse entonces como una forma de violencia de género, ya que el propósito de quienes agreden es el de castigar a las personas cuya apariencia y comportamiento no corresponde con los estereotipos binarios de género masculino/femenino ni con la heteronormatividad dominante, sino que, por el contrario, los desafía.
La Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) también refleja que persisten altos niveles de discriminación en México, pues desde 2017 este indicador aumentó en 14 entidades federativas (una de ellas Chihuahua) y las personas LGBTIQ+, afrodescendientes y trabajadoras del hogar han sido las más afectadas.
Verificación complementaria al texto original publicado en Altavoz LGBT+
Puedes ayudarnos reportando casos de discursos de odio y desinformación en nuestras redes sociales (@Verificado_Mx) o enviándolos por nuestra línea de WhatsApp +52 81 32 819184 (o da clic en https://bit.ly/WhatsVerificadoMX )
Este proyecto es realizado con el apoyo de la International Women’s Media Foundation (IWMF) como parte del Fondo Howard G Buffett para Mujeres Periodistas.