Estamos Listas, el movimiento político de mujeres de Medellín, surgió a raíz del plebiscito sobre los acuerdos de paz, celebrado en octubre de 2016, en el que ganó el No. La tristeza y el dolor llevaron a un grupo de mujeres a reunirse para generar un cambio desde la política. Por eso, se consideran sufragistas del siglo XXI: si hace décadas las mujeres consiguieron el voto, ahora buscan ser votadas.
Quienes integran Estamos Listas quieren, entre muchas propuestas, un sistema de cuidados basado en el modelo uruguayo, que libere a las mujeres para que puedan también liderar en el ámbito público. En Colombia hay 965 alcaldes y 134 alcaldesas, es decir 12,2% de mujeres, y en los concejos municipales ese porcentaje es de 17,6%. A esta situación se agrega que durante los últimos gobiernos colombianos las políticas de género han sufrido el impacto de la reducción de presupuesto.
Estamos Listas se alimentó de la fuerza feminista de las calles “para tomar la política”, dice Jenny Giraldo, de 37 años, la coordinadora de Comunicación del movimiento. “Las mujeres siempre han liderado procesos comunitarios y sociales, pero los que llegan a los lugares reconocidos por el Estado y el sistema político son los varones”, dice.
Su símbolo es “una búha”: “El búho está asociado a la sabiduría y la vigilancia, y eso es lo que tenemos que hacer desde el concejo: vigilar sabiamente”. Hablan de “búha” y no de “búho” para revalorizar la apelación femenina a los animales, que se suele utilizar como insulto.
Para presentarse como movimiento en las elecciones locales de Medellín, que se celebraron el 27 de octubre, lograron reunir 41.000 firmas. Además, impulsaron una candidatura colectiva y a través de 60 círculos, cada uno con nombre de mujeres reconocidas por su lucha —como es el caso de la activista brasileña Marielle Franco, asesinada en 2018—, apuntaron a conseguir votos en los territorios. Cada círculo tiene una lideresa, lo que diferencia a Estamos Listas del resto de los partidos colombianos, agrupados en torno a un personaje. Es un movimiento horizontal, en el que cualquier integrante se puede postular para ser candidata. Las únicas condiciones son las que pone la ley. Lo que pidieron, eso sí, fue que no hubiera candidatas ni voceras que hubieran presentado candidaturas anteriormente, porque querían hacer un proceso independiente.
Manifiesto de Estamos Listas
Defendemos los derechos humanos de las mujeres y creemos que nuestro liderazgo social, político, cultural y organizativo es indispensable para la democracia.
Defendemos la vida. Las políticas y los presupuestos públicos deben garantizar nuestro derecho a la vida en una ciudad segura, que erradique las desigualdades sociales y proteja a todas las personas.
Vamos a liderar un cambio institucional y cultural que haga realidad la firma de un pacto municipal para erradicar las violencias contra las mujeres.
Vamos a generar acciones e inversiones públicas para organizar el trabajo de cuidados en la ciudad que permitan el reconocimiento, la redistribución y la reducción del trabajo no remunerado realizado por las mujeres.
Promoveremos el desarrollo de una educación sexual y afectiva respetuosa, justa y encaminada a que niños y niñas vivan la escuela con felicidad y autonomía.
Impulsaremos mecanismos de cuidado y protección de las niñas y niños, para que las nuevas generaciones puedan disfrutar de una vida libre de violencias.
Defendemos el derecho a una ciudad bella, sostenible, saludable, equitativa, igualitaria y segura. Una ciudad en la que todas y todos podamos respirar, caminar y disfrutar a plenitud de nuestra ciudadanía.
La selección de candidatas se hizo de forma plural mediante una votación digital. Quienes querían presentarse enviaron videos y fueron seleccionadas por las 2.000 mujeres que forman parte del movimiento. Hubo comités previos a la selección, de los que resultaron 36 precandidatas. Para que todas tuvieran las mismas condiciones, la Comisión de Comunicación hizo una foto, un video y una hoja de vida de cada una de ellas. El material se subió a una plataforma y se podía votar por hasta tres candidatas.
Para respetar la ley de cuotas colombiana, integraron a cinco varones, que ocuparon los últimos lugares en la lista y no fueron voceros. Uno de ellos fue Juan Carlos Posadas, el último en la lista, gestor de desarrollo urbano y social. “Si fuera un movimiento masculino o con mayoría masculina, seguramente nos estaríamos dando unos debates fuertes en términos de ganar representatividad y protagonismos. En Estamos Listas no tengo aspiraciones electorales ni de protagonismo, y siento que soy solamente uno más, parte de un equipo, y eso, lo colectivo, me da mucha tranquilidad”, dice.
Las mujeres de Estamos Listas llevan adelante una campaña independiente y autónoma, sin alianzas con partidos políticos ni empresas. Tienen un modelo de economía solidaria con distintas formas para aportar. Reciben donaciones de hasta cinco millones de pesos colombianos (1.500 dólares), hacen actividades culturales en la casa que usan como sede, venden merchandising y tienen un sistema de microcréditos. Cualquier persona les puede prestar hasta un millón de pesos colombianos (290 dólares); a cambio se comprometen mediante un pagaré a que el dinero será devuelto cuando se reciban los ingresos por los votos obtenidos. También hay pagarés solidarios, cuyos beneficiarios no reclamarán el dinero si no se obtienen los votos suficientes para saldar la deuda.