Durante muchos años he tenido la oportunidad de conocer diferentes poblaciones en Honduras, de norte a sur, de este a oeste, de oriente a occidente, siempre es lo mismo, existen personas que enfrentan discriminación por su color de piel, por su situación de pobreza o por ser LGTBIQ+, entre otras razones.
Como periodista entiendo el compromiso de informar con propiedad, sin justificar la violencia y sin revictimizar a las personas que reciben discriminación, exclusión y son estigmatizadas, limitando así las oportunidades para el desarrollo de su vida y la de sus familias.
Como parte del programa Exprésate de la International Women’s Media Foundation, he logrado fortalecer mis conocimientos, comprendiendo los procesos históricos en atención a las múltiples violencias contra las mujeres, contra la niñez, contra la juventud por su condición de género.
Es imperativo en países como Honduras la evolución en el tratamiento de la información, con un enfoque de respeto a los derechos humanos de la población LGTBIQ+, sin invisibilidad de su identidad de género, orientación o expresión de género. Los medios de comunicación deben adoptar políticas para el uso de los manuales que indiquen a periodistas y comunicadores sociales el abordaje de la noticia, permitiendo que se escuchen sus voces, que les permitan expresarse, sin ser cuestionados por su preferencia sexual.
Las escuelas de periodismo necesitan reformular sus planes de estudio, incluyendo en sus asignaturas sobre redacción y periodismo de investigación, entre otras asignaturas, de forma transversal, adoptando un periodismo más incluyente. Para ayudar a los periodistas de América Latina a no caer en la desinformación y ampliar sus conocimientos sobre la diversidad sexual y de género y sobre los movimientos por los derechos LGBTIQ+.
Cubrir noticias sobre temas LGBTIQ+ nos demanda conocer las características y problemáticas múltiples que enfrentan estas poblaciones, que pueden derivar en un abordaje incorrecto que provoca replicar estereotipos, prejuicios y discriminación, incluso llegar a “motivar” reacciones homofóbicas. Un ejemplo reciente es la prohibición a las mujeres lesbianas de donar sangre de parte de la Cruz Roja Hondureña, según denunció la organización lésbica Cattrachas.
En mi afán de perseverar en el periodismo y tratando de cumplir esa visión por un nuevo periodismo en América Latina, gracias a la beca Exprésate, he adquirido nuevas herramientas para ejercer un periodismo más responsable, más humano, más inclusivo, conociendo las experiencias profesionales de múltiples expositoras, expertas y expertos.
Los aprendizajes son múltiples, sin embargo, el que más me impactó fue el relacionado con las terapias que intentan cambiar la orientación sexual de los pacientes, indicando que hay grandes probabilidades de que los pacientes sufran depresión y tendencias suicidas.
Asimismo, la forma en que muchos medios de comunicación justifican las muertes violentas de mujeres y de la población LGTBIQ+; estas muertes violentas alcanzan más de un 95% de impunidad.
Programas como Exprésate, que promueven un periodismo más incluyente, nos permiten el acercamiento con periodistas de varios países para realizar periodismo colaborativo, así como fortalecer una red en Honduras que impulse un nuevo periodismo, más humano, más inclusivo.