Que el machismo tiene un componente generacional, que el mundo no es binario, que la invisibilización es una forma de violencia, que la furia también es una expresión liberadora; y que es un deber ético y profesional sacar al periodismo del closet, para hacer coberturas inclusivas, conscientes y respetuosas. Si pudiera resumir estos meses de reflexión y aprendizaje, sería lo anterior.
Fueron sesiones de mirarse al interior, de reflexionar con la ayuda de personas expertas, de sacudirse dudas y preguntarse más. Al postular al taller, abrí mi sentir reconociendo que crecí naturalizando las violencias de género, la violencia hacia las mujeres y hacia las personas LGBTIQ+, reflexione en el hecho de que, a lo largo de mi labor como periodista, al escuchar a víctimas y personas violentadoras, he visto reflejadas experiencias propias y ajenas, con la distancia suficiente para poder discernir y cuestionar al sistema que las hace posibles.
Postulé para encontrar respuestas que me permitieran sacudirme y realizar mi práctica profesional de una manera más profunda y liberadora, y fue desde las perspectivas conceptuales y vivencias de quienes nos acompañaron, que encontré rutas para ubicar al sistema de privilegios, creencias, y contextos particulares. Encontré caminos desde donde realizar un periodismo más incluyente, consciente y respetuoso, que visibilice caminos y rutas de aprendizaje y convivencia.
Puedo decir que, al final del taller, me queda la tarea de seguir contando, ahora con muchas más herramientas, las historias de las jóvenes -y la de las mujeres maduras-, que dijeron que ya no podían vivir con la violencia machista, y sacaron expresiones de furia liberadora; de las personas que con su vida misma, deconstruyen la falsa idea de que el mundo es binario; la historia de quienes impulsan teologías feministas y teologías queer; de quienes impulsan el reconocimiento de las infancias trans, otra de nuestras deudas históricas.
Me queda, en fin, la tarea de visibilizar, ahora con más herramientas, todas estas maravillosas historias de las transformaciones sociales que, aunque dolorosas, se gestan para hacer de este un mundo mejor.