Debemos transgredir para sobrevivir

Durante los últimos meses, me he preocupado por trabajar en un periodismo que respete a las comunidades históricamente marginadas y definitivamente es un campo totalmente nuevo. Debemos ser transgresores para poder ser escuchadxs, ya que por muchos años hemos callado, pero que como periodistas tenemos la responsabilidad de educar a nuestras sociedades. No es posible que existan crímenes por odio y no hagamos nada al respecto.

En Honduras hablar de diversidad sexual aún es un tabú. Necesitamos espacios en los cuales podamos discutir la importancia de reconocer sus derechos. Además, no podemos olvidarnos de los derechos sexuales y reproductivos. Todo ser gestante tiene derechos reproductivos que en Honduras es una utopía hablar de ellos porque vivimos sometidos en un estado patriarcal en el cual a la mujer no se le toma en cuenta.

Es urgente reconstruir nuestra sociedad y una forma de hacerlo es mediante las historias. Debemos darle vida a todas esas historias que pasan desapercibidas y no para revictimizar a la víctima sino para poder hacer un eco en la igualdad social que toda comunidad debería perseguir. No es una tarea fácil ya que la mayoría ha crecido con ese estilo de vida que hace invisible a estas minorías, pero se puede iniciar por algo.

El haber participado en un proyecto como ¡Exprésate!, me dio las armas para poder hacer un periodismo más incluyente. No es fácil reconstruirse y reconocer los errores en el medio, pero este es un inicio para hacer justicia de la manera apropiada.