Diversidad en la pantalla

Luego de varios días de reportería en las zonas rurales de San Pedro Sula, llegamos a Tegucigalpa en medio de las protestas contra las reformas del gobierno, por parte de maestros, médicos y estudiantes. Aunque en la escena internacional lo que queda en la retina del espectador son los enfrentamientos entre manifestantes y la policía, la manifestación que cubrí transcurrió de manera pacífica.

Uno de los propósitos en este viaje fue explorar a Honduras con otra mirada alternativa al discurso de la violencia con la que suele narrarse al país en la escena internacional. Y gracias a la iniciativa Adelante pudimos mirar con otros ojos. Sí, hay violencia, pobreza, migración, pero también nos encontramos con personas que resisten, son activas y están generando cambios desde varios escenarios como el arte, el periodismo digital , el activismo, la participación política, la cultura.

 

Las mujeres activistas de la comunidad trans y LGTBI  que entrevisté son un ejemplo de ello. A pesar de la impunidad y la constante violación de sus derechos humanos, se mantienen en pie. Se han formado para ganarse un espacio en la política y generar desde allí los cambios, participando en la creación de leyes que las representen  y en la reforma de un sistema penal que hasta ahora las ha excluido. ¿Y si el estado no responde? “No tenemos miedo, quizá el estado es el que un día va a temernos” , aseguró una de las entrevistadas.

                                                                                                                                                                                                 Foto de Martín Calix

IWMF me permitió volver a Latinoamérica para reencontrarme y reconocerme en las historias de otras personas. Me permitió investigar desde lo local, desde áreas rurales a donde muchas veces no llegamos  por los recursos. Me posibilitó comparar esa situación local con el discurso político que se maneja en la capital, donde, como en muchas capitales latinoaméricanas, el poder está centralizado.

Luego de este viaje estoy aún más convencida de la necesidad de trabajar por un periodismo más incluyente para que nuestros espectadores se vean representados en la pantalla.

La diversidad en la pantalla puede combatir la violencia, si empezamos por desarmar la palabra. Por cambiar el discurso con el que hablamos de las otras personas. La diversidad en la pantalla nos abre puertas a otros mundos, acercandonos entre nosotros, desde la información y el entendimiento. El reto ahora para mí es seguir abriendo puertas!

Vanessa Castro , IWMF Fellow,  2019 Honduras.