El periodismo incluyente dignifica a las personas

Estoy convencida de que el periodismo es el modo de narrar la realidad, convirtiendo el narrar en un acto político; logrando historias poderosas y bien contadas que sirvan para generar relaciones, imaginar colectivamente y vigilar el poder. Siempre me preocupé por separar el periodismo del activismo, creía que era únicamente desde mi rol de periodista que aportaría un granito a este país tan dolido y maltratado.

Tenía miedo de que al declararme activista quitaría la rigurosidad a la labor periodística que tanto amo, y que me dejaría llevar por las emociones que nos provoca cada acto de injusticia de esos que brotan por montones en Honduras.

Debo confesar que inicié el curso por el cariño y admiración que tengo a la periodista Dunia Orellana, su insistencia y relatos sobre sus experiencias con la International Woman’s Media me llevaron a última hora a inscribirme, así formé parte este 2021, sí el 2021 de pandemia, de un grupo de colegas que dos sábados al mes nos juntábamos en una formación que ahora creo es el inicio de conocimientos que debo continuar nutriendo si quiero apostarle a un periodismo incluyente que aborde la realidad desde el lente de los derechos humanos.

Desde el inicio nos interpelaron a preguntarnos cómo estamos produciendo noticias sobre género y de diversidad sexual, bajo qué enfoques y qué historias. Cada sesión fue nutriendo la base de conocimientos que en este momento tengo, gracias a esta oportunidad que nos detuvo en las prisas de informar, tuvimos el privilegio, porque la educación es un privilegio en países como Honduras, de recibir una formación que ahora deberá convertirse en un servicio para ser mejores profesionales que informemos, eduquemos y orientemos a las audiencias.

En cada sesión del curso: género y diversidad como noticia, mujeres, personas LGBTIQ+, violencias de género y religión y poder, descubrí nuevos términos, no para saber más, sino para abordar noticias que reivindiquen derechos, conocerlos a viva voz de les protagonistas desde su historia fue enriquecedor, y nos reta a continuar desarrollando un periodismo influyente. Además, demostrarnos que la colaboración en esta profesión es fundamental para lograr hacer incidencia en la región.

Y justo las experiencias que conocimos en este curso y el impacto que tuvieron los trabajos colaborativos que desarrollaron para denunciar y reivindicar derechos me recordé lo que el profesor y comunicador colombiano Omar Rincón dice: “El periodismo es un asunto ético que alude a la responsabilidad social en la construcción de la esfera pública, al compromiso del informador con la necesidad de investigar y contar la verdad, al principio de independencia y autonomía que guía la conciencia y el acto de informar”.

No me queda más que agradecer profundamente a la International Woman’s Media y su hermoso equipo por la oportunidad de ser generación de periodistas que busca la apuesta por una comunicación incluyente por la dignidad de las personas.