El reto de investigar en las “cosas de Dios”

Evangélicos oran por Jimmy Morales, expresidente de Guatemala que frenó la lucha contra la impunidad. Foto: Nómada.

Los últimos años nos dieron suficientes muestras de cómo se entrelazan las redes políticas, religiosas e incluso criminales. El resultado de ello es una división cada vez menos real entre Estado e Iglesia y por ende una influencia mayor de las creencias religiosas en las políticas públicas. Reportear esa zona significa un gran reto.

Primero porque muchos de nosotros fuimos criados bajo alguna de estas religiones dominantes o bien, puede que aún seamos creyentes y practicantes. Ello no debería ser un límite para reportear sobre el tema si tenemos claros los límites de ambas esferas pero implica un proceso de reflexión interno para que sea cual fuere nuestra espiritualidad, no termine influyendo en nuestro trabajo.

El segundo reto pasa por no tomarnos el tema a la ligera. Es cierto que la crisis en los medios no nos permite especializarnos muchas veces en una fuente específica. Mucho menos el seguimiento a instituciones religiosas. Sin embargo, entrar en este tema requiere de mucha investigación y aprendizaje previo para no caer en los acostumbrados clichés de crítica a la religión o incluso para no insultar las creencias de nuestras audiencias.

Por ello me parecieron muy enriquecedoras las charlas que dieron Guillermo Osorno y Karen Ponciano, dentro del programa “¡Exprésate!” de IWMF. Ambas muy útiles para repasar la importancia de la laicidad y para tener mejores herramientas de reporteo en terrenos subjetivos como las creencias religiosas. 

Ambas fueron un recordatorio de que para entender la influencia de las iglesias en el Estado no basta con cubrir una manifestación anti-derechos, requiere comprender sus estructuras jerárquicas, sus diferentes visiones internas y los sustentos de sus creencias. Solo comprendiendo a cabalidad podemos ayudar, con datos y argumentos sólidos, a recordar los límites de las “cosas de Dios”.