El Río Que Nos Une

 

“¿Qué es para ti la frontera?”. Esta fue una de las preguntas que más repetimos mi compañera Nastassia y yo durante las entrevistas que hicimos para una de las historias que fuimos a documentar en Cúcuta.

Siendo ella colombiana y yo venezolana, reportando en nuestra frontera, al borde del hogar de cada una, esta historia fue profundamente personal. Fue inevitable pensar en todo lo que significa para mí ese río que delimita físicamente dónde empieza uno y dónde inicia lo otro.

Esa línea hace a quienes la cruzan adquirir otro nombre: “inmigrante” “extranjero” y en algunos casos “ilegal”. Es la misma línea que las garzas y cabras que viven en la zona atraviesan libres, porque la tierra nació sin ella. Sin divisiones, sin límites, sin fronteras.

Como sociedad, decidimos apropiarnos de lo que no nos pertenece y, arbitrariamente, escoger quienes pueden compartir el aire que respiramos, pisar la tierra por la que caminamos o llamar un espacio “hogar”

Veo en mis hermanos colombianos mi propia cultura: las similitudes de nuestra lucha, nuestra bandera de tres colores, nuestros sabores, sonidos y olores.

Somos lo mismo, solo nacimos a lados opuestos del río.