Enfocar la mirada y la narrativa desde diversas aristas

Foto: Diana Batz

La necesidad de narrar nace desde mi identidad de mujer maya k´iche´; porque hay mucho que contar, sobre nuestra historia, cultura, cosmovisión, sufrimientos y sueños.  El saber cómo hacerlo es la habilidad que voy desarrollando gracias a la gama de talleres que la International Women’s Media Foundation a través del programa ¡Exprésate! me ha brindado. 

 

El ambiente social, político, cultural y económico en Guatemala es hostil, abundan la discriminación, el racismo, las violencias, la revictimización, y normalmente esto es reforzado por los medios de comunicación. Por ello, comprometida con las causas de las mujeres, de pueblos originarios y de la comunidad  LGBTIQ+, he buscado mecanismos para acercarme a estos temas, para expandir los horizontes, y restar fuerza a este mecanismo adverso. 

 

Es así, que al encontrarme con el programa  ¡Exprésate!, en estos cinco meses, he agregado herramientas a mi caja de trabajo y que las voy integrando a las coberturas para seguir enfocando la mirada desde distintos puntos, principalmente el de humanizar las narrativas, incluir lo diverso y apostar siempre por los derechos humanos. He aprendido en este proceso que no existe una sola narrativa sino narrativas, tampoco una sola mirada sino distintos puntos de vista que enriquecen la información y la comunicación. 

 

Al escuchar las experiencias de ponentes y colegas, al compaginarlas con la realidad que me circunda, no puedo dejar de cuestionarme por la narrativa que he usado y la que prevalece en los medios de comunicación en referencia de los temas  de las mujeres y de la comunidad LGBTIQ+, especialmente dentro del pueblo maya. Me siento invitada a parar unos instantes más de lo acostumbrado, para analizar la perspectiva que le doy a los textos  y coberturas. También abrazo el reto de transformar mis narrativas desde un enfoque más inclusivo, siempre inclusivo.

Foto: Dominga Teresa Son