Para mi, el conocer que la violencia sexual hoy por hoy sea vista y utilizada como una arma de guerra, es preocupante, , no solo en el caso de El Salvador, sino a nivel mundial. Donde incluso el “reírse en voz alta” es una forma de represión para el sector femenino. Considero que los defensores de Derechos Humanos, tenemos que estar firmemente comprometidos, con el fin de consolidar una cultura de paz.
También es importante que los periodistas que se consideren Defensores de Derechos Humanos sigamos visibilizando los temas de género con el enfoque de derechos y que estos sean respetados por la línea editorial de los medios de comunicación, a fin de evitar morbosidad y revictimización en las notas periodísticas.