Nuestro viaje de reportaje con la IWMF a Medellín cayó dos semanas antes de las elecciones departamentales, y en un momento delicado en la compleja historia de Colombia. Luego de la firma del tratado de paz, en este ultimo año las disidencias de las FARC han crecido, el ELN se mantiene al firme, los paramilitares y otras grupos armados se disputan por el poder de los territorios previamente dominados por la FARC, y en lo que va de este año 155 lideres han sido asesinados.
He sentido que mucha de la esperanza del tratado de paz se va difuminando, y crece el miedo, la frustración y la desilusión.
Los megaproyectos siguen también avanzando, y la lucha por el territorio es cada vez más latente. En nuestro tiempo reportando nos hemos encontrado con mucha gente amenazada, que no quieren hablar o que se los identifique, y ha sido una gran y dificultosa experiencia intentar narrar una historia con imágenes, sin poner en peligro ni exponer a las personas que no se quieren identificar.
Trabajar en grupo, con el resto de las IWMF fellows, pero también con las periodistas locales ha sido una gran ayuda para buscar alternativas que cuenten y demuestren esta situación sin tener que poner más en riesgo a los protagonistas de estas historias. Cada una desde sus variadas experiencias tuvo consejos que me fueron ayudando a navegar con creatividad esta manera diferente de fotografías y de contar historias.