La salud es política

Si algo ha dejado claro el pensamiento feminista es que lo personal es político y todo lo que creemos natural, biológico y, por lo tanto, difícil de cambiar, se sostiene en lo social y, por eso, tiene el potencial de transformarse.

Después de meses de cuestionarnos las formas en que narramos, construimos y entendemos el género y la sexualidad en el programa ¡Exprésate!, tenemos más herramientas para desmenuzar las problemáticas desde este punto de vista. Gracias a esto hemos entendido que la salud de las mujeres, la población LGBTI, las personas racializadas, migrantes y otros grupos vulnerados es un asunto económico, social, cultural y geográfico.

Cuando decidimos hacer una investigación para entender por qué había incrementado la mortalidad materna en la región durante la pandemia, tuvimos que traer estas categorías de análisis a la mesa y pensar en sus causas estructurales, que son previas a la crisis sanitaria, pero se agudizan con ella y revelan la desigualdad.

El coronavirus, las emergencias obstétricas y la muerte son asuntos biológicos, pero si nos limitamos a explicarlos como tal, perdemos la oportunidad de pensar en maneras de evitarlos. Las muertes maternas, en la mayoría de los casos, son evitables.

Gracias a las herramientas de pensamiento crítico que obtuvimos en ¡Exprésate!, pudimos plantear a la mortalidad materna como una consecuencia de la desigualdad de género que viven muchas mujeres al no tener sus derechos de salud sexual y reproductiva garantizados. También entendimos que la desigualdad económica priva a muchas mujeres de acceder a servicios de salud o pagarse el transporte porque no cuentan con ingresos propios. Los roles de género son otro factor que dificultan que las mujeres dejen de realizar trabajos de cuidado para ser atendidas y, después de una muerte materna, se refuerzan en las familiares mujeres que los asumen de forma naturalizada.

Por otro lado, la raza, la clase social, el estatus migratorio, la ubicación geográfica de las mujeres y el régimen político que gobierna sus territorios, son factores decisivos en la mortalidad materna. Nuestro reportaje busca tejer todas estas categorías para entender la complejidad del problema y, también, retomar las voces de quienes plantean acciones para fortalecer la autonomía reproductiva y sexual de las mujeres y reducir la mortalidad materna.

En Las muertes evitables quisimos tratar a la mortalidad materna como un tema político. Se trata de una problemática que se resuelve en lo inmediato desde la salud materna, pero para combatirlo a profundidad y largo plazo hay que ir a las raíces históricas de la desigualdad y transformarlas.