La infancia y juventud de Megan en Stoke-on-Trent, Reino Unido transcurrió entre dos elementos fundamentales: libros y noticias. Cuando no estaba leyendo libros de ficción y de historia, estaba opinando activamente sobre lo que pasaba en su país, su región y el mundo. En ese tiempo no estaba segura de qué quería hacer cuando creciera pero estaba segura que tendría que ver con la escritura, la lectura y la información.
Cuando fue hora de ir a la universidad, Megan optó por seguir una carrera en Historia. Pero cuando completó el programa y sacó su título, no sabía si quería seguir el camino de la academia. Así que decidió hacer algo que siempre había querido: a sus 22 años Megan entró a estudiar periodismo y su vida cambió por completo.
Desde ese momento se enfocó en escribir historias sobre la equidad de género, un tema que siempre le ha importado y atravesado en diferentes momentos de su vida. “Toda mi vida me he enfrentado a frustraciones y obstáculos con los que todas las mujeres y niñas nos encontramos, ya sea en el trabajo, en los estudios o en los espacios públicos”, dice Megan. “Me motiva encontrar cuál es el origen de esa inequidad, buscar soluciones para cambiarla y creo que esto se puede lograr a través del periodismo”. Ella deja en claro que nunca dejará de abogar por la equidad de género con su trabajo periodístico y que no lo considera como un tipo de parcialidad.
Ahora, a sus 32 años, Megan está basada en París, Francia y es una periodista freelance. Ha cubierto una gran variedad de temas con enfoque de género como por ejemplo, la manera en que las mujeres habitan las ciudades, en especial París. Eso ha abierto más sus temas de cobertura y ha escrito sobre las ciudades y políticas urbanas. Su trabajo puede encontrarse en varios medios internacionales como The Guardian, The Sydney Morning Herald, Al Jazeera, The New Humanitarian y News Deeply.
Megan dice que quiere reportear desde Tapachula y Quetzaltenango porque le interesa conocer más sobre la migración francófona africana en esta región. “Quiero saber si es que las decisiones que se toman en Bruselas, Washington D.C. o Londres sobre las políticas migratorias de sus países, afecta el flujo migratorio acá, en el otro lado del mundo,” explica. “La migración y la política abierta en este contexto es un tema que me apasionan mucho”.
Cuando le preguntas a Megan qué pensaría la pequeña Megan de 7 años rodeada de libros y noticias sobre quién es ahora, ella responde que estaría contenta. “Yo era una niña que sabía lo que quería así que pienso que estaría feliz de que Megan vive de su escritura y que trabaja para sí misma y no para un hombre de una corporación”.
-Lisette Arévalo