Por Carmina de la Luz, periodista mexicana y coautora del reportaje transfronterizo Las muertes evitables.
A menudo a las mujeres se nos ha dicho que nosotras somos nuestras peores enemigas. Sin embargo, el trabajo periodístico me ha enseñado que se trata de un mito, ya que en más de una ocasión he sido parte de equipos totalmente femeninos y siempre ha sido una experiencia enriquecedora, compasiva y solidaria.
En ese sentido, la beca ¡Exprésate! de la International Women’s Media Foundation (IWMF) no solo me permitió corroborar mi hipótesis, sino que se convirtió en la vía de conexión con colegas centroamericanas con las que he intercambiado conocimientos, inquietudes, emociones y técnicas periodísticas.
Viniendo de una formación en biología y con una trayectoria en periodismo de ciencia, difícilmente hubiera podido cubrir un fenómeno a todas luces social como el de la mortalidad materna. La parte sencilla fueron las estadísticas, la jerga médica, los datos… pero lo realmente complicado fue aprender a documentar el dolor de una pérdida, empatizar con ese sufrimiento y hacer honor a la verdad de las personas sin sacrificar la evidencia.
Y eso, eso se lo debo a mis compañeras y a la IWMF. Gracias.