Mujeres que mueven montañas

Cuando llegamos a San Pedro Sula aún buscaba el personaje principal para un capítulo del programa Mujeres que Mueven Montañas, que se emite en DW. Quería entrevistar a una mujer garífuna líder en la defensa del territorio y del medio medio ambiente.

Después de un estrés innecesario en la semana previa al viaje,  finalmente, gracias al apoyo de IWMF  y al maravilloso trabajo en producción de Catherine Calderon, no me encontré con una, sino con muchas protagonistas. Y es que en Honduras son las mujeres las que han liderado la resistencia desde territorios diversos. Son las que alzan las voces y se empoderan para que se les respete el derecho a una vida digna o por lo menos el derecho a estar vivas.  En un acto de rebeldía contra la violencia y la impunidad , se mantienen despiertas , viven la vida con un dinamismo y una energía contagiosa. Transforman a sus comunidades. Mueven montañas, mueven luchas enormes sin importar su peso y su tamaño, porque siembran desde sus sueños.

                                                                                                                                                          

                                                                                   

                                                                                Semillas de mariposas libres

“Mujeres garífunas , ante la injusticia de las leyes, pinta tu mundo de naranja, escuchame también”  podía leer en la camiseta que llevaba Calixta, cuando nos encontramos en Tornabé, una villa a una hora y media de San Pedro Sula. Calixta nos abrió las puertas de su comunidad y de su lucha. Una lucha en defensa de su territorio ancestral y en contra de los efectos medioambientales que han causado el monocultivo de palma africana y la llegada de los resorts.

En uno de los tres días que pasamos con Calixta y las mujeres de su asociación ,” Mariposas Libres”, ellas sembraron semillas de calabaza en su pequeño huerto comunitario. “La soberanía alimentaria es nuestra respuesta al patriarcado”, me contó una de ellas “Tenemos que asegurar nuestra independencia” . La siembra fue uno de los momentos en que reconocí la fortaleza de la unión de las mujeres en la comunidad garífuna. Mientras regaban la tierra, hablaban de sus situaciones,  compartían anecdotas, planeaban el siguiente paso.

Y  al rodar la historia entonces comprendí que su lucha feminista es horizontal, sin jerarquías, que era absurdo la idea de buscar una sola protagonista. Porque precisamente en Honduras, como en otros países latinoamericanos, la resistencia de las defensoras medioambientales y del territorio se mantiene , trasciende los cuerpos y se multiplica, a pesar de los asesinatos y los intentos de criminalización.

Pareciese que tras el asesinato de una de las líderes más reconocidas Bertha Cáceres, esta lucha ha cobrado aún más fuerza. La determinación que encontré en las voces de las mujeres  lo confirman.  Esta es una lucha por la vida y la madre tierra, que supera la muerte.

(Foto tomada por Catherine Calderón)

 

 

Vanessa Castro, IWMF 2019 Honduras Fellow