A veces quisiera culpar a la pauta diaria (que implica entregar un material a cierta hora) cuando un texto enfocado
en mujeres o las poblaciones LGBTIQ+ tienen errores. Pienso que es por la inmediatez de la entrega. Pero no es así. Es desconocimiento e ignorancia. Ese es un mea culpa que debemos hacer las periodistas y jefaturas de las salas de redacciones.
No hay que olvidarnos que al momento de una entrevista con temas relativos a violencia basada en el género, estamos al frente de una persona que sufrió y somos responsables de que el material no se tergiverse. Seguimos luchando para que exista igualdad y respeto hacia este grupo de personas.
Este curso permitió identificar y reconocer que tenemos que reforzar nuestro conocimiento sobre género y la tarea de sensibilizar a las y los periodistas de nuestra redacción. Por ende este pequeño cambio también llegará hacía los lectores. Porque un titular tendencioso o un texto que no se percibe sensibilidad reforzará el perjuicio que persiste con las mujeres y grupo LGBTIQ+. Otro punto es la importancia de hacer las preguntas correctas para obtener respuestas que no dañen la integridad de la persona que compartió su historia.