Como fotoperiodista siempre he considerado que estoy en un estado de alerta, en el sentido de que cuando estamos en la calle con equipo de cámaras y trípode me expongo a cierto tipo de riesgo que conlleva. Hablar de seguridad en el periodismo a veces se convierte en una palabra ausente.
Durante el entrenamiento físico que realizamos, se despertó en mi la sensación de estar más atenta y lo valioso que es tomar las precauciones y sobretodo prevenir situaciones que nos pueden poner en riesgo. Tomar decisiones a tiempo y acertadas no es algo fácil donde la tarea del fotoperiodista esta siempre en llegar a la imagen del día o a que culmine cierto evento para poder contar la historia completa. La decisión en este caso para mi vida se ha convertido como la fotografía: capturarla o tomarla en el momento preciso, para que pueda evitar un problema en situaciones conflictivas.
El HEFAT me ha dejado sin duda una de las experiencias de más coraje de mi vida, aun que haya sido una simulación de secuestro, haber experimentado lo que se siente, me hace una mujer más fuerte, más decisiva, habiendo crecido en un país como Guatemala donde el secuestro está a la orden del día sin mucho preámbulo y haber experimentado de cerca el situación de una familiar cercana, me puso vulnerable ante la situación, sin embargo por la carrera que elegí ejercer me ha dado mucho más coraje saber que se puede sobrevivir, que estar del otro lado te cuestiona la fragilidad humana y simplemente te hace estar más viva cada segundo. Cuando vi las imágenes que la fotógrafa había capturado, se me pusieron los pelos de punta, era tan real como las imágenes que vemos en las historias de muchos periodistas, lloré recordando a mi prima y me encoraje aun más para seguir haciendo lo que hago, aunque esto incomode a algunos grupos delictivos y corruptos.
Es vital que como fotoperiodistas contemos con el equipo necesario, pero sobretodo que estemos capacitadas también para cuidar nuestra vida y salvar la de otras personas y es algo que me dejo mucho sobre los primeros auxilios, el proceso para atender una emergencia consiste tanto en lo físico y emocional que muchas veces se nos olvida. Dejar la cámara a un lado y correr a salvar mi vida o la de alguien más puede ser ese momento decisivo del ejercicio periodístico.
– Morena Pérez Joachin, 2019 Honduras Fellow