“Por más diversos y diferentes que seamos, todes debemos tener los mismos derechos humanos”, es la frase que más recuerdo de nuestra primera sesión internacional con Marta Lamas y la que hizo eco en mi interior, como un llamado para abordar los temas relacionados a la población LGBTIQ+ con profesionalismo, objetividad y con una mirada más humana.
En especial aquellos relacionados con el odio, que cada vez cobra más vidas de personas diversas en América Latina, ese que motiva a atribuir las muertes violentas a parejas sentimentales, el que promueve la impunidad y que obstaculiza la igualdad de oportunidades laborales.
A lo largo de los años he visto como muchos medios de comunicación han utilizado titulares amarillistas o lenguaje discriminatorio para abordar noticias que involucran a la población LGBTIQ+, que al final solo contribuyen a propagar el morbo y fomentar el odio.
Al convertirme en periodista decidí que no quería repetir esas prácticas, aunque en muchas ocasiones me encontré en conflictos por falta de conocimiento, me tomaba más tiempo redactar las notas y siempre tenía miedo de replicar lo que tanto criticaba, por lo que al conocer del programa ¡Exprésate! Supe que sería una gran oportunidad de aprendizaje.
Y aunque no logré ser seleccionada en el primer intento, ahora puedo decir que a lo largo de estos meses he aprendido no solo a utilizar un lenguaje apropiado, sino también a ejercer un periodismo que contribuya a erradicar el odio y combatir la desinformación.
Asimismo, las herramientas que se nos han provisto han sido de mucha utilidad y el compañerismo que se ha fomentado a lo largo del programa me ha permitido sentirme apoyada, ser más segura y tener la confianza de pedir ayuda a mis colegas cuando sea necesario.
Soy cristiana evangélica desde los 13 años y mi personalidad es bastante introvertida, así que esta ha sido una experiencia nueva para mí, debido a ello al comienzo no me sentía con la confianza de opinar acerca de algunos temas, me limitaba a tomar anotaciones y participar solo cuando me lo pedían.
Sin embargo, en el mes de junio redacté una nota acerca de las cifras alarmantes de muertes violentas de personas diversas en Honduras durante el primer semestre del 2022, ese día al abordar a mis fuentes me di cuenta que las preguntas ahora tenían un enfoque más humano y a la hora de redactar, las cifras dejaron de ser simples números y se convirtieron en historias de personas que han muerto injustamente a causa del odio.
También pasé un par de horas confirmando algunos datos con organizaciones para evitar publicar información que genere más especulación, busqué palabras y términos que me permitieran sustituir ciertos pronombres y finalmente pedí ayuda a una de nuestras asesoras para revisar el escrito.
Durante la primera reunión del mes de julio, fue gratificante poder compartir esa experiencia con el grupo luego de que no solía participar mucho. Ahora me siento con más confianza, suelo cuestionar los errores que se comenten en la sala de redacción y contribuir para hacer un periodismo más responsable e incluyente.
La beca ¡Exprésate! Me ha permitido conocer de cerca los desafíos que enfrentan las personas diversas, en especial en un país como Honduras, donde el odio les está arrebatando la vida, me ha ayudado a desaprender muchas prácticas erróneas del periodismo y ser parte de una nueva generación de profesionales que buscan erradicar la discriminación y ejercer un periodismo más humano.