Puerta abierta a la sensibilidad y nuevas miradas

Créditos de fotografía: Melissa Soriano

No recuerdo exactamente el momento en que decidí que quería ser periodista. Pero sí recuerdo de donde vino la motivación. Mi pasión por el periodismo viene de tres mujeres: Dora, Marina e Ingrid. Crecí escuchando sus historias y siempre me dije que debían existir más testimonios como los suyos. Con el tiempo, lejos de tener respuestas, me hacía más preguntas y una de las que más le daba vueltas a mi cabeza era: ¿cómo contar sus historias? Por suerte, existen programas como ¡Exprésate! Que ayudan a resolver este tipo de dudas y más.

Dentro del curso de la International Women’s Media Foundation no solo respondí muchas de mis interrogantes. Esta beca, además de ofrecer un amplio aprendizaje sobre enfoque de género y diversidad sexual, es una puerta a la sensibilidad, deconstrucción y nuevas miradas. Tan necesario como urgente cuando se trata de contar estas historias, que no solo deberían de tener espacio cuando la coyuntura así lo demanda.

Eso último lo aprendí con Ana Requena, en una de las ponencias, mencionó que como periodistas somos responsables de cambiar la agenda, el enfoque y detectar las malas prácticas y carencias. Su explicación, como la de otros expositores, cambió mi visión sobre el tratamiento que debo dar cuando trabajo en estos temas. Y de eso también se trata: identificar errores y mejorar. No es algo que me deba a mí, sino, a todas las Dora, Marina o Ingrid con las que me cruce en este camino llamado Periodismo Más Incluyente.