Sentir para escribir

Llevo escribiendo historias de mujeres en Honduras desde hace varios años, si algo he aprendido de todo este tiempo es que hay que prepararse para escuchar relatos cada vez más desgarradores y la única forma de salir en pie para poder escribirlos es seguir siendo sensibles.

Ser becaria de ¡Esprésate!, una iniciativa que apoya la producción del periodismo de alta calidad por parte de y sobre las mujeres y las personas LGBTIQ+, me recordó esto y me hizo cuestionarme algunos enfoques en donde aún no miraba la imagen completa.

La pandemia convirtió todo un reto el seguir fomentando las relaciones humanas, pero esta situación al mismo tiempo me permitió que durante varias mañanas de sábados me pudiera dedicar a cuestionarme y aprender a mejorar la forma en la que hago periodismo, desde el tipo de fuentes que abordamos para cubrir cualquier tema, hasta la dinámica de poder que hay detrás de un acoso y cómo lo usan para mantener el sistema patriarcal dentro de un espacio en específico.

Creo que una de las claves para reportear historias de mujeres y de la comunidad LGBTIQ+ es entender el panorama completo, cómo se conecta la política y el fundamentalismo religioso con el acceso a una salud reproductiva digna para las mujeres en las zonas rurales, cómo el no utilizar los términos adecuados o cuestionarnos si la forma de abordar a una persona es la indicada no nos permitirá hacer un buen trabajo.

Uno de los mayores retos para el periodismo es la humildad, el aprender a sentir que no lo sabemos todo y que debemos hacernos preguntas que pueden sentirse muy básicas, pero que son la clave para poder conectar con las demás personas, tanto con quienes nos leen como con quienes nos permiten contar sus historias.

De los mayores aprendizajes que me llevo, es el de buscar más personajes y otros enfoques para contar las historias, siempre guardando la mayor dignidad posible y entendiendo que lo que sea que escribo, no es mi historia y por lo tanto siempre debo dejar el espacio para contarla como esa persona lo decida, a retratarlo bajo sus propias reglas y con los límites que deseen imponerles, al final del día todas, todos y todes solo estamos intentando hacer más ameno nuestro paso por este mundo.