Lo importante de la becada Exprésate es poder aplicar lo aprendido en los talleres y transformarlos en reportajes e investigaciones que recojan y expliquen la vida, la realidad de las mujeres y la población LGBTIQ+ en Guatemala, gracias a los fondos que la IWMF nos proporciona. Eso, para mí, es un aporte valioso al periodismo guatemalteco y sobre todo a mí carrera.
Por medio de la beca Exprésate aprendí de cómo los y las periodistas tenemos la responsabilidad de agregar palabras, términos y expresiones a las conversaciones comunes del resto de personas, ya que sin darnos cuenta influimos en su vocabulario. Es por eso que considero de mucha importancia, que antes de escribir, cada periodista medite y evalúe cada término, palabra y concepto que incluimos en nuestros artículos cuando se trata de dar conocer y nombrar hechos relacionados a las mujeres y a la población LGBTIQ+.
Un ejemplo simple, como es generar un lenguaje inclusivo en el que quepan el “todos, todas y todes”, el “nosotros, nosotras y nosotres” para que no se invisibilice ningún género u orientación sexual. Un lenguaje inclusivo, en donde la acostumbrada palabra “niños”, para referirse a toda esa población, pueda ser sustituido por niñez o menores de edad, donde se utilice siempre “mujeres”, en lugar de solo “mujer”, porque habemos muchas y todas somos muy diferentes.
En mi caso, la beca Exprésate me llevó a una exploración de temas, hasta encontrar una historia relacionada con las mujeres trans migrantes. Considero que esto es un gran paso en mi carrera, porque no sólo abordaré un tema que me interesa y que he estado estudiando, que es la migración, sino que también me acerca un grupo de la población con el que jamás había interactuado o trabajado y que creo que necesita ser más visibilizado. En mi tema el uso del lenguaje inclusivo y el respeto a la autoidentificación es vital y sobre todo una gran responsabilidad.