Desde que inicie mi diplomado de Periodismo Más Incluyente en IWMF me encuentro en un proceso de cuestionamiento y agradecimiento constante, no solo de lo aprendido como humana y profesional del periodismo en el pasado, sino de todo aquello que emocionalmente bloquea el crecimiento como ser humano y como miembros de un todo, lo que pasa cuando no reconocemos a los demás y lo que eso implica para este sistema tan convulsionado.
Recordaba mis años de profesión en América Latina, en Honduras, si eres periodista le haces a todo, desde la nota roja hasta la social en un mismo día, que cóctel de emociones y experiencias vamos guardando.
Allá por el 2018 ingresé a trabajar en una revista de modas, vestidos de diseñador, fiestas glamurosas y todo aquello que ves en las películas, tal cual, fue en esa época que conocí a un estupendo diseñador gráfico y publicista, mi amigo Luis.
Él quería hacer una pasantía de modas y lo logró, participamos en varios proyectos juntos. A Luis, quiero agradecerle públicamente por ser una de las primeras personas que yo vi en un mundo de apariencias, que abrazaba su ser, él asumía la grandiosidad de su yo, un hombre dulce propositivo, colaborador, la inspiración de este escrito.
Hoy con una carrera prominente dentro del diseño de modas, hemos conversado en reiteradas ocasiones sobre lo difícil que era en 2018 hablar y decir, soy gay, soy lesbiana, soy trans y lo peor que nos teníamos que refugiar en la industria del entretenimiento en cuanto a medios para ser “aceptados” y para la desgracia esto sigue vigente en Honduras.
Luis siempre ha tenido claro quién es, luchó porque en casa aceptaran y respetaran su sentir y tiene aún hoy la nobleza de su ser para decir, no, a todas aquellas faltas de respeto relacionadas con el acoso que le ha pesado, principalmente en su paso por las agencias de publicidad donde ha visto historias espantosas y en general ser miembro de LGBTQ+ es un problema aún hoy en todo ambiente laboral en Honduras cuando decidís luchar por un espacio incluyente, atenerte a las consecuencias debes.
“Creo que todos tenemos un pasado o cosas peores que no ser hetero, cosas peores, yo solo he vivido mi vida, abrazo esa feminidad, quien soy yo y siento que estos personajes femeninos me hicieron hacer la persona que soy yo, valiente amando mi sexualidad, amando quien soy yo y a pesar de que a muchos no les guste, a mí sí me gusta, es el estilo de vida que yo elegí y de hecho como LGBTQ+ comunidad tenemos esa bendición de elegir quienes son nuestra familia”
Esta y cito textualmente su respuesta, es una de las lecciones que como periodista más incluyente, comparto con todos ustedes para hacer catarsis y darnos cuenta que en la lucha del hackeo patriarcal, nos estamos encontrando, estamos creando y apoyando comunidades con un alto potencial humano, estamos desaprendiendo y estamos haciendo consciencia juntes.
Dejar de vernos distintos, raros, vivir en prejuicios no es una cosa que se cambia de la noche a la mañana, pero Luis es un claro ejemplo para mí como una nueva periodista que quiero ser, que necesitamos volver a esos seres humanos maravillosos que nos han rodeado ayer, hoy y siempre y conversar con ellos, validar sus luchas, entender y acompañar con información responsable sus procesos.
En los medios de comunicación olvidamos que en realidad los aprendices somos nosotros y olvidamos bajo un titular, un trabajo, un like, los detalles humanos, el amor y respeto que debe existir para los que reciben nuestros contenidos y para los que crean esos contenidos.
He trabajado durante reiteradas ocasiones con seres humanos tan valiosos como Luis y sin vergüenza debo admitirlo, jamás me detuve a contemplar su ser, preguntar por sus emociones, entender y validar sus procesos desde una empatía y poder ayudar en caso de que se me solicitara un acompañamiento.
Y francamente en vez de comentarles estadísticas, datos, informaciones frívolas quiero expresar aquí que gracias a este Periodismo Más Incluyente, he despedido y le he cerrado la puerta a una profesional frívola que trabajo incansablemente por un resultado, sin importar lo esencial y lo verdaderamente maravilloso. La empatía.
¡Luis mi querido Luis!
Luis es alguien que con diferente nombre seguramente ustedes conocieron o conocerán en sus carreras, en sus cotidianidades, potenciar y acompañar sus luchas desde nuestros medios de comunicación o con nuestras herramientas es algo que desde International Women’s Media Foundation estamos aprendiendo a hacer.
Una mirada a un futuro incierto, es probable, después de todo no tenemos nada resuelto y el mundo es cada día más complejo, pero también demos un vistazo a un futuro, donde podemos cultivar puro amor, igualdad y sobre todo de humanidades más incluyentes.
“Espero que estemos más unificados, espero que logremos tener más consciencia y que tengamos más amor, sé que suena cliché pero mi mamá decía que el amor todo lo puede y todo lo vence y es realmente con amor que nosotros vamos a poder salir adelante a poder vencer las adversidades”
Esta es la visión de mi amigo Luis, miembro de la comunidad LGBTIQ+ en Honduras y también la comparto y no solo eso, vamos a luchar para que se vuelva cotidiana.

Pie de foto: Parte de la colección del diseñador Luis Flores/ Fotógrafa Amelia Serrano Arias