En los últimos meses las caravanas de migrantes han ocupado espacios en los medios de comunicación. Aunque se han publicado historias de migrantes en las que cuentan los motivos por los que abandonaron sus países de origen, la mayoría de las veces esos testimonios se cuentan de una forma superficial.
A través de este viaje, con el que tuvieron el apoyo de la IWMF, mi compañera Perla Miranda y yo, buscan visibilizar las historias de mujeres migrantes que han necesitado servicios de salud durante su paso por México y que han recibido un mal trato en las instituciones médicas, lo que constituye una violación a sus derechos humanos.
La mayoría de las mujeres migrantes con las conversaciones nos cuentan en la discriminación es un factor recurrente cuando se han acercado a un hospital o centro de salud para pedir atención médica; en el caso de las mujeres haitianas, el idioma es una limitante para ellas, para expresar, puesto que hablan poco español, lo que complica hablar de sus machos, sobre todo cuando se trata de temas ginecológicos.
Estas mujeres salieron de sus países en búsqueda de mejores oportunidades, pero sobre todo con la esperanza de darles una mejor vida a sus hijos. A lo largo de su viaje se han encontrado con muchas dificultades, en el camino se embarazan, se han producido accidentes y cuando se encuentran en México buscando atención médica por algún padecimiento, se les niega la atención con el argumento de que no se han arreglado su situación migratoria en México.
Aunque el discurso oficial del gobierno mexicano es brindar atención médica a los migrantes que lo solicitan, en la realidad las mujeres se encuentran con obstáculos para recibir atención médica, o incluso no podemos conocer a dónde acudir.
Conocer las historias de las mujeres que migran hace que la cobertura periodística sobre este tema, se vuelva más humana. La migración no sólo son cifras sobre cuántas personas cruzaron las fronteras mexicanas, cuántas fueron deportadas o cuántas piden refugio, se trata también de las historias que conforman ese flujo migratorio que continuamente ingresa a México y pretende llegar a Estados Unidos.
La migración son también esas mujeres que llegan embarazadas y dan a luz en albergues, son aquellas que dejaron su país para escapar de la violencia que ejercían sus parejas contra ellas, son esas jóvenes que con sus hijos en brazos piden dinero en las calles de Tapachula para continuar su travesía hacia el sueño americano. La migración es un mosaico compuesto por todas estas historias, que involucran no sólo la promesa de una vida con mejores oportunidades de desarrollo, sino la lucha constante por sobrevivir y superar todas aquellas desigualdades, que sin importar la nacionalidad vivimos todas las mujeres.
Tener el apoyo de la IWMF para la elaboración de esta investigación periodística fue una gran ayuda que nos permitió hacer una cobertura más planeada y ordenada; el acompañamiento y orientación de periodistas locales nos ubicamos focalizar los lugares para encontrar nuestras historias y poder contarlas de mejor manera.
– Astrid Rivera, 2020 Fellow México